Cuando fue la lucha por la conquista de Nicaragua se apaciguó, soldados y colonizadores se asentaron en las urbes que fundaron en este territorio, empezaron una nueva vida, retomaron el calendario y volvieron a observar las fiestas y tradiciones de su madre patria.
Como hacer sopa de queso nicaraguense
Actualmente, la sopa de queso nicaraguense, al igual que muchos platos propios de la Cuaresma, como las sopas y las preparaciones de pescado y marisco, ha pasado de ser un alimento que contribuye a la moral y a la reflexión a ser un auténtico placer para el paladar. Debe aclararse que en este caso entra en juego el término de “gusto adquirido”, en tanto que para apreciar el sabor del plato hay que estar expuesto a sus aromas, sabores y texturas durante un buen tiempo, y los extranjeros pueden hallarlo menos apetecible a primer aspecto, al igual que los españoles rechazaban en un inicio todas y cada una de las preparaciones de maíz.
Las celebraciones de la Cuaresma y la Semana Santa eran de clara observancia obligatoria, y como la vida española era ya relativamente estable, no había disculpa para no practicar todas y cada una de las órdenes de la Santa Madre Iglesia. De esta forma, a las observancias obligatorias de la temporada se sumó la práctica del ayuno y la abstinencia, más estricta en aquellos tiempos que actualmente, lo que por su parte llevó a reconsiderar la cocina de la época.
Tras un periodo largo de disgusto con la cocina local, los españoles descubrieron una sustancia: la resina. Así que, a duras penas, y bajo el leimotiv “la necesidad es cara de perro”, se lanzaron a lo que ahora los “fashionistas” conocen como “comida de fusión”, siendo el término entremezclar elementos de diferentes culturas culinarias, en este caso sencillamente usando lo que estaba disponible. Al fin y a la postre, se dice que el apetito es una putada, mas los que la aguantan son los más fuertes de todos.