La carne es uno de los comestibles que se presentan en nuestra dieta diaria, ya que es una de las primordiales fuentes de proteínas. Pero también hay que tener en cuenta que en muchos casos nos aportara una cantidad de grasa que hay que tomar en consideración. Esto es exactamente lo que ha ocurrido siempre con la carne de cerdo o lomo de cerdo con gravy, que excluimos de nuestra dieta por considerarla riquisima en grasas, lo que pone en peligro nuestra salud. Por tal razón, en el artículo deseamos examinar otras características de la carne de puerco.
Todo cuanto debes de saber sobre el lomo de cerdo con gravy
Se suele rellenar con verduras y una de las preparaciones más frecuentes es hacer el relleno, que se secara al aire. El lomito embuchado se suele recortar en finisimas rodajas y se emplea para tapas o bocadillos. Aunque tradicionalmente se come en forma de embutido (lomito embuchado), también podra darse en forma de filete. Se usa en una sartén con ajo, sola, a la parrilla o bien asadita, en guisos como el riojano. Y el chuletón deshuesado y pesa unos dos kg. Suele freírse o bien hacerse a la parrilla y suele darse de papitas fritas como un acompañante. En España es común usar carne de lomo adobada, que luego se dara a los bocados (montado de espinazo).
En general la carne de cerdo se ha considerado tradicionalmente como una carne de clase roja, mas hay una serie de factores tanto estructurales, como nutricionales y organolépticos que hacen que esté muy próxima a las carnes de tipo blanco. De hecho, la carne de puerco ha sido llamada “carne blanca” últimamente por la OMS, citando: “Las nombradas carnes rojas (vacuno y ovino/caprino) y carnes blancas (aves y porciono de corral) ofrecen distintas propiedades positivas y una gama de texturas y sabores”.